La dictadura de la belleza

Bajo la influencia de los medios de comunicación y de que se trate de cumplir con los estándares de belleza inalcanzables que se presentan, miles de mujeres mutilan su autoestima - y muchas veces sus cuerpos - en busca de aceptación social y el deseo de ser igual a los modelos que brillan en pistas de aterrizaje, en la televisión y en portadas de revistas "Esa es la premisa de la - excelente - libro: La dictadura de la belleza y la Revolución de la Mujer, el psiquiatra Augusto Cury. Anteriormente, las mujeres eran vistas como propiedad, cuyo único destino era casarse con alguien de prestigio y poder, le dan la obediencia eterna y la servidumbre, y concebir un heredero, preferentemente masculino. Sin embargo, no fue la Revolución de la Mujer, las mujeres obtuvieron el derecho al voto, entre otros logros. Cuando algunos estaban entrando en el mercado de trabajo, adquirir su independencia y autosuficiencia, aunque, sin discriminación, incluso hoy en día, con lo que se refiere a los salarios. Ahora, pregúntese, ¿para qué? Teniendo en cuenta que la mujer se le permitió "bloquear" en su mente, el gran mal del siglo, llamada: La dictadura de la belleza. Sin embargo, se explicó, la mujer conquistó su espacio en varias áreas, pero se mantiene "pegado" a la idea de buscar un patrón saludable - y surrealista - belleza, un ideal que no tiene en cuenta el biotipo - genética - en la mayoría de la gente . Esta dictadura impuso como norma que debe lograrse, un biotipo que es la excepción y no la regla. Los medios de comunicación y la industria de la moda que bombardeam con la premisa de que el flaco, flaco y enfermo de los modelos es el ideal de perfección y belleza en estado puro. Resultado, se llega a una consolidada en el inconsciente de las mujeres - e incluso los hombres, una visión distorsionada de sí mismo, y una presión para cumplir con este estándar inalcanzable, o tratando de vivir, lo que eventualmente paralizar la autoestima, e incluso cuerpo, a menudo lleva a la depresión a estas personas, o incluso a intentar suicidarse. Por no hablar de la discriminación cuando se trata de cualquier persona con sobrepeso - incluso un poco - como alguien que se niega.

Es curioso darse cuenta de que estas mujeres "estándar" son a la vez en las portadas de las revistas dirigidas a hombres como las dirigidas a la audiencia femenina. Mientras que el hombre quiere que la mulherão la cubierta, la mujer quiere ser un mulherão. Se trata de la normalización de la belleza.

Victoria Mello.