segunda-feira, 18 de junho de 2012

El caso de una joven modelo brasileña que falleció a causa de la anorexia conmocionó no sólo al mundo de la moda. Otros casos comienzan a salir a la luz.


La anorexia no entiende de fronteras, tan sólo de peso y de afectados. Algunos permanecen en la sombra mucho tiempo, sin embargo, desde hace unos años, ya han salido varios a la luz pública, conmocionando a casi todos. Con su promoción se pretende prevenir otros casos.
Entre los más llamativos estuvieron varios del país brasileño. Fue en noviembre cuando saltaba la chispa. La modelo brasileña Ana Carolina Reston Marcan, de 21 años, muere por problemas derivados de anorexia nerviosa lo que origina un debate en el país acerca de los desórdenes que puede provocar el intento de alcanzar las medidas de extrema delgadez que se han convertido en cánones de belleza en el mundo de la moda. Hospitalizada desde octubre pasado debido a una insuficiencia renal, la modelo pesaba un poco más de 40 kilos pese a sus 1,74 metros de altura como consecuencia de una dieta de manzanas y tomates exclusivamente.
Pocos días después, saltaba de nuevo la alarma. Mientras que otra estudiante de moda de 21 años murió víctima de complicaciones de ese desorden alimenticio (pesaba apenas 45 kilos pese a medir 1,70 metros), otra joven de la misma edad y con la contextura física de una niña de 12 años (28 kilos) luchaba en el hospital un grave cuadro de anorexia. Por ahora, ahí sigue.
Aún en Latinoamérica, se da otro estremecedor. Una joven de 23 años y que pesa 23 kilos, poco menos de la mitad de su peso normal, libra una batalla contra un severo cuadro de anorexia que le llegó mientras duraba su sueño de ser modelo.

Victoria Nogueira.

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